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El ácido fólico en una vitamina del complejo B, que puede ayudar a prevenir malformaciones fetales relacionadas con el tubo neutral, es decir, las que tienen que ver con el cerebro y la médula espinal. El ácido fólico está presente de forma natural en frutas, verduras, legumbres y harinas, que en la actualidad son enriquecidas con esta vitamina.
La recomendación es que las mujeres comiencen a tomar ácido fólico dos o tres meses antes del embarazo y durante todo el primer trimestre de gestación. Si bien esta es la recomendación, la mayoría de las veces la consulta se da luego de que el embarazo ya es un hecho, lo que no debe generar miedo, ya que partiendo de la base de una buena alimentación, sin régimen estricto de alimentos se puede llegar a los niveles de ácido fólico requeridos ya estando embarazadas.
Las mujeres que sí deben tener cuidado con respecto a este tema, son las que se han sometido a dietas estrictas para bajar de peso, mujeres que no tienen una dieta balanceada, pacientes que se han sometido a reducciones gástricas o pacientes con gastritis crónica. El objetivo es hacer que los niveles de ácido fólico llegue a un estado óptimo para poder enfrentar el desarrollo del bebé de tal manera de reducir los riesgos de malformaciones del sistema nervioso central.
